Hoy en día, desde el nacimiento se nos educa para no pensar. Vivimos en un entorno, constantemente alterado, que imposibilita poder gobernarse desde el sí mismo.
En mi ensayo deseo construir un breve análisis sobre la ejecución del pensamiento como un ejercicio que abre paso al arte de saber vivir, produciendo personas libres y soberanas de sí.
Para adentrarme en este susceptible tema del pensamiento, como eslabón del arte de saber vivir, quiero apoyarme en una escultura helenística llamada el espinario o el niño de la espina. Una réplica de dichaa escultura se encuentra en una de las fuentes de los jardines de Aranjuez, España. En esa fuente apreciamos la figura de un niño que intenta sacarse una espina clavada en su pie. Los cuatro vértices de la fuente están coronados, cada uno, por un ave arpía que, según la mitología, raptaban a los niños para quitarles el alma pura y llevarlas al mundo subterráneo.
Desarrollaré mi tesis, apoyándome en la metáfora.
Primero, el ejercicio del pensamiento (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 40, 22). El pensamiento humano es un comportamiento o conducta humana a la que muchas veces no le prestamos atención o con frecuencia no lo entendemos (Cf. Ortega y Gasset, 1967: p. 20). El niño del espinario ejemplifica cómo el activismo puede dejar a una persona absorta y no darle tiempo para pensar. La desvinculación del pequeño con su entorno lo expone a un nefasto destino, la muerte certera por las aves arpías. Según Ortega y Gasset (1964) “pensamos para lograr subsistir o pervivir” (p. 43, 8-9), es necesario que esta cualidad sea puesta en práctica como un primer paso para ser protagonista de nuestro entorno (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 39, 43). El espinario deja de ser una muestra de una simple acción, cuándo el pensamiento busca dar respuestas a la Pregunta, al porqué de la espina.
Segundo, la joya del ensimismamiento (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 45, 3). En la medida que el hombre ejercita el pensamiento toma posesión de su existencia (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 25, 25), y, a su vez, dispone el terreno para ensimismarse. En este caso el espinario juega un nuevo papel, el niño suspende todas sus ocupaciones y se mete dentro de sí, virtualmente se retira (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 36, 21). Toda la figura expresa una facultad única del ser humano: “atender a una torsión radical” (Ortega y Gasset, 1964: p. 36, 15), es decir, poner todo el ser -cuerpo y mente- ensimismado en la espina, el Problema. Aunque en su derredor, representado por los cuatro puntos cardinales, esté la alteración externa asechando, incluso con la muerte (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 47, 12-13).
Tercero, noesis del acto de intelección. Cuando el ensimismamiento se transforma en un proceso natural en el hombre, le permite ser más sensible a encontrar lo implícito en lo sencillo, sin embargo, no todos son capaces de aprehender estos golpes de genialidad conocidos como actos de intelección, “νόησις” (Wikipedia, 2013: Noesis). La aparente distracción que figura el espinario al ser desvelada, deja al desnudo el acto de intelección, un intento de indagar, de manera profunda, en la búsqueda de dar respuestas a un Problema, a través de la meditación. La espina en el talón, el Problema, capta toda la concentración del niño, “[f]rente a la espina inverosímil [,] el mundo entero se desvanece” (Tollinchi, 1998, p. 164). Pocos somos capaces de esperar, reposar, serenarnos y visualizar cómo podremos sacar la espina.
Concluyendo, al atiborre de alteraciones con las que el ser humano se encuentra día a día, se le hace rostro teniendo una idea clara, que no sea superflua ni linfática (Cf. Ortega y Gasset, 1964: p. 47, 39-40). En caso contrario, se vive como personas cojas: la pata larga será la progresión tecnológica y la corta el autoconocimiento espiritual (Cf. Marquès, 2011, 18 min 48 s). Se debe encontrar un reequilibrio, dejando a un lado la cultura de la posesión que enajena, y luchar por la cultura de la libertad y de la armonía (Cf. Marquès, 2011, 19 min 01 s). Esto solo lo se logra desde un pensamiento maduro que permita el ensimismamiento serio.
Referencias bibliográficas
Fuente del niño de la espina. (2013). Recuperado el día 4 de marzo de 2013 de http://www.tcpublicaciones.com/guia_turismo_00/00_contenido/06_Arjz_mitologico.html.
Marqués, J. (Productor). (2011, 11 de noviembre). Pienso, luego existo. Rafael Argullol: El gran viajero del pensamiento. España: TVE.
Ortega y Gasset, J. (1967). El hombre y la gente. (1ª. ed.). Madrid: Revista de occidente.
-----. (1964). Ensimismamiento y alteración. En C. Sosa (Comp.). Compendio MTI 2013. Lecturas, guías y documentos básicos para la asignatura Métodos del Trabajo Intelectual. (pp. 35-48). Managua: s/e.
Tollinchi, E. (1998). La metamorfosis de Roma: espacios, figuras y símbolos. (1ª. ed.). Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico.
Wikipedia. (2013). Noesis. Recuperado el día 6 de marzo de 2013 de http://es.wikipedia.org/wiki/Noesis.